martes, abril 28, 2015

EINSTEIN Y YO

DESDE EL SEXTO SOL
Sociales
El Sol de México
El Universo, su belleza, enigma y misterios ha provocado desde la antigüedad una gran  curiosidad en la humanidad. Fue Galileo Galilei uno de los precursores en conocer y desentrañar sus formas, pues sus estudios del sistema solar aún son sólidos para la ciencia moderna.

El alcance de los sofisticados telescopios actuales ha permitido a científicos de diversos países, unificar información sobre el origen y la edad del Universo y sin duda, Albert Einstein, con la teoría de la relatividad general aportó a la ciencia la herramienta clave para estudiar la gravedad y las leyes físicas que rigen al cosmos.
La teoría actualmente más aceptada sobre la formación del Universo, dada por el belga valón Lemaître, es el modelo del Big Bang, que describe la expansión del espacio-tiempo a partir de una singularidad espacio-temporal.

Pongamos nuestro corazón y nuestra conciencia a vibrar en ecos y espirales de amor, admiración y respeto que viajen por el espacio hacia todos sus confines, que sea el saludo de la vida latiendo en este aquí y ahora eterno de nuestra mente, alma y espíritu que son los ordenadores de energía de nuestro cuerpo físico, el viajero del espacio en la nave Tierra.    
¿Qué más habría descubierto Einstein, si mirara a través de los telescopios Hubble, del Chandra, del Spitzer?

El universo, que tiene, hasta las ahora conclusiones de investigaciones astronómicas, por lo menos, 93 mil millones de años luz de extensión con miles de millones de galaxias, muchas de ellas aún desconocidas por los telescopios, respira y vive bajo la fuerza de la gravedad que es la responsable de los movimientos a gran escala que se observan en el universo, en las galaxias y en los planetas,  dirige todos los movimientos celestes, y fue Isaac Newton quien la definió a través de la ley de la gravitación universal y Einstein la redefinió al decir que el espacio tiempo son una misma dinámica en todo el universo. 


¿Por qué y para qué estamos aquí? … La mente brillante de Einstein lo definió así: “Qué extraña suerte la de nosotros mortales! Estamos aquí por un breve período, no sabemos con qué propósito, aunque a veces creemos percibirlo, pero no hace falta reflexionar mucho para saber, en contacto con la realidad cotidiana, que uno existe para otras personas: en primer lugar para aquellos de cuyas sonrisas y de cuyo bienestar depende totalmente nuestra propia felicidad, y luego, para los muchos, para nosotros desconocidos, a cuyos destinos estamos ligados por lazos de afinidad.

…”Estamos aquí por el bien de otros, tantos desconocidos con los cuáles estamos conectados sin saber por qué, ni cómo”.
También, opino, podremos haber escogido estar aquí, dando pasos poco notorios, sin reconocimiento alguno, pero encaminados hacia la decisión de AMAR a quienes escogimos y eso le da el valor a nuestras vidas…Puede ser demasiado sutil para ser visto, pero aún así, el amor permanecerá, sin distancia alguna que lo impida.

A MÉXICO, A LOS PETROLEROS, A MIS HIJOS.

@RocioSesma
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